skip to main |
skip to sidebar
Y mientras la gente estallaba y se convertía en Tang de naranja fumábamos porrinskys al ritmo que marcaba Fatman haciendo gilipolleces. No está gordo el puto, no. Pará, pará, Dioh te bendiga.
Y justo cuando parece que todo va bien, aparece el puto y me la ensarta Zaaaah!! Reflexiones filosóficas surgidas de un lago de alcohol en el que flotan locuras y traumas causados por representantes eclesiásticos. No tengo ganas de suicidarme, no, ni de acabar con hasta el último de vosotros grandísimos hijos de puta.